Las horas.

Adolescentes inestables.
Me pregunto si dentro de diez años estaré igual. Pienso en simplemente unos años atrás y no consigo recordar nada claro.


Todo era demasiado depresivo como para ser feliz pero no recuerdo los motivos, simplemente un chico. Mi primer amor, la primera obsesión de adolescencia. Hoy es su cumpleaños. Años más tardes, cuando ya dejé de pensar en él nos hicimos muy amigos, era fantástico. Pero yo seguía sin ser feliz. Al final nos separamos. Y ya no recuerdo ninguna amistad de aquella época. Todos eran más inteligentes que yo supongo, aunque tampoco me esforzaba demasiado para demostrar lo contrario.

No recuerdo por qué siempre he sido tan triste. Ni siquiera consigo recordar como era la relación con mis padres hace cinco años. Demasiadas discusiones, demasiadas apuestas por si dormiría ese fin de semana en casa. No recuerdo nada más que no fueran gritos o discusiones.

Intentar hacer un balance es absurdo.
A veces me pregunto cómo sería todo si nunca se hubieran ido. Si esa sensación de abandono que tengo por la gente en general no sería tan latente al estar ellos ahí. Si no es mejor así. Si habría hecho y dicho todo lo que ha ocurrido en estos cuatro años.


Sé que es una estupidez, que es absurdo, inútil e incluso innecesario. Redundante. Pero no puedo evitar pensar en tantas cosas a medida que nos vamos acercando a Noviembre. Un terror se va apoderando de mi lentamente.


Y cada vez pienso que escribir tampoco es lo mio. Y eso consigue ponerme realmente triste. El no saber expresarme de esa manera ingeniosa e inteligente que tienen algunos escritores. Realmente necesito dejar de escribir basura así, aunque supongo que si supiera como hacerlo ya lo habría hecho.

El hecho de resultar totalmente poco atractiva por expresarme así. No puedo dejar de pensar en eso.
La sensación de no importarme nada aunque en el fondo me importe todo. Como una angustia extraña que me invade el pecho, un grito ahogado que necesita salir pero sabe que no debe porque no es lo que la gente desea.

Y vuelvo a tener trece años. Y no consigo recordar porque ahora estoy tan putamente triste.