Las paredes de papel, las conversaciones poco interesantes. El sueño, la tristeza. El desorden de la habitación, el caos del cerebro. La pereza de intentar algo.
el final no sé por qué me recuerda a David Lynch.
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1 comentario:
Los sábados fluyen en ríos que siguen los bordes de los bordillos de las calles que acaban filtrándose por una rejilla para acabar en un vaso de tubo.
Los domingos con la medialuz a través de las cortinas, de forma pasiva, con las horas perezosas empujándose las unas a las otras en una reloj blanco de cocina, con los reflejos en los azulejos del parque donde juegan niños, mientras su vida esperan: SON EL HORROR.
Ergo, los sábados son geniales.
http://www.youtube.com/watch?v=7mM2gPRM_jU (ud. me envía videos de su favourite band - de la cuál le advierto que poseo felizmente su discografía :] - pues yo hago lo propio)
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