20090204

Golden Lies






y esta se convierte en una explosión que me recorre todo el cuerpo. Como un veneno que lentamente va contaminando toda tu sangre. Como convertir una sensación en algo tan precioso.
Y todo cae, va bajando hasta convertirse en algo repugnante. Va perdiendo credibilidad, como si fuera algo que en realidad no hubiera valido la pena.

Ese grito, esas ganas de llorar, esa tranquilidad en el momento en el que llega la paz, ese pecho que explota, ese sonido.
El sonido.
Como una canción de cuna que te va meciendo.

1 comentario:

Juan Rodríguez Hoppichler dijo...

no está mal explotar de vez en cuando. claro que es mejor no aficionarse.