Es raro como funciona a veces el cerebro.
Al ver una foto me imagino todo y nada. Las relaciones pasadas, las futuras, los amigos, las charlas, las películas, las cenas.
Y a veces incluso me imagino ahí en medio, en una intimidad extraña y borrosa. E inexistente.
Entonces me despierto y me doy cuenta de todo. Ni cigarrillos, ni cafés, ni cenas, ni películas ni sexo. Nada.
Es todo una gran mentira soñada. Sin complicidad alguna.
20090413
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