Me levanto del asiento y me dirijo hacia la puerta, en el momento de girar para decir adiós veo esa mirada de cuadrado rojo, de no. Entre sorpresa, tristeza y embriaguez.
Me pregunto si alguna vez habré puesto yo esa mirada cuando un chico que me gustaba se despedía de mi, sin más. Sabiendo que probablemente nunca más lo volvería a ver.
20090419
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