20090329

gonza.

Noto como mi cerebro va demasiado deprisa y mis dedos y mis manos van demasiado lentos y de hecho no consiguen recoger ni la mitad de lo que realmente llego a pensar y solo me limito a escribir lo que opino, no lo que pienso y un desconocido guapo me hace una foto al entrar al vagón del metro y se acerca a mi y poso y sin decir nada nos hacemos fotos y nos sonreimos y me encanta y creo que es italiano aunque luego cuando me acerco para bajarme a abrir la puerta descubro que no, que hasta se baja en mi parada y por un momento la naturalidad y tranquilidad que había sentido en un momento se convierte en pudor y huyo rápidamente. Y en cuanto cruzo la plaza, con la lluvia acompañando a mis hombros y mis pies respiro relajada dándome cuenta que necesitaba un empujón así y me entran ganas de escribir sobre todo lo que ocurre aunque en el momento en el que las pienso se esfuman a una velocidad inalcanzable y ojalá pudiera guardar todo lo que ocurre pero es imposible y ni siquiera creo que todo lo que se llega a cruzar en mi mente sea posible expresarlo en el mundo real o como mínimo en esta realidad alternativa que nos ha sido impuesta.

Pienso en ese hombre de pelo largo y gafas que siempre veo a la salida del colegio, con esa bolsa de plástico y ese aire distraido. Con ese vaso de café de la máquina. Me pregunto si algún día llegaría a cruzar alguna palabra con él. Aunque siempre nos quedemos mirando nunca sabré qué piensa. Ni si es un yonki de la plaza o es alguien realmente.

Y luego pienso en la felicidad que siento por unos instantes y como caminando bajo la lluvia, que no cantando, sonrío de pura tontería.

No recuerdo nada más de lo que quería contar. Una hora de mi vida ha sido quitada vilmente y Justificar a ambos ladosno sé ya. Me distraigo
Sonrío y hablo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

carbono, hidrógeno y oxígeno.

El Gato Absurdo. dijo...

¿?