(sin número)

Me gusta pensar que quien me llama es mi musa, que me echa de menos y vuelve para darme algo de inspiración. Lo llamo musa porque justo apareció en el momento en el que a mi se me ocurrió empezar a escribir y daba la casualidad de que él también escribía, aunque odiaba la manera en la que yo lo hacía y a mi su poesía me parecía basura.
Y ahora me gusta pensar que ha vuelto para un poco más de sexo sin amor (o con un poco? Que idiota era.)

Lo relaciono con él porque antes, después de que me dejara, a veces me llamaba borracho a altas horas de la noche. Y da la casualidad de que el hombrecillo que me ha llamado tambien parece ir algo borrachillo.
Me gustaba pensar también que se acordaba de mi justo en el momento en el que el alcohol te pone depresivo y nostálgico, y entonces se acordaba de mi, y me echaba un poquito de menos. O se arrepentía de ser tan capullo y lo demostraba siéndolo un poquito más.

Pero el teléfono siempre fue algo que nos unió mucho. Cuando le conocí, sin haberl visto si quiera, al segundo día estubimos hablando unas tres horas por teléfono. Y el escaso mes que duró nuestra relación fue el más duro de pagar la factura. Nunca me había sobrepasado tanto del límite. Tampoco nunca había pasado tantas horas hablando con un chico.


Si no entiendes algo puedes haceer que signifique cualquier cosa.
Eso es de Diario. Una novela, creo, de Chuck Palahniuk. Pues eso me pasa a mi con las llamadas, puedo hacer que sea cualquier persona. Y me ha dado algo sobre lo que escribir, con miles de posibilidades y opciones.


Sabe qué aspecto físico tengo, mi edad, dónde vivo, mi grupo de música favorito, una de mis películas favoritas, una de mis series favoritas, por dónde salgo...

Yo solo sé que le gusta "Alguien voló sobre el nido del cuco" y Kings of Leon. Según él claro, tampoco creo que sea cierto.

Y que está loco. Me dijo el nombre de Lorena, se rió y me dijo que era el Jocker y colgó.

Ahí me dió miedo realmente, no cuando me insistía en que me bajara las bragas.