20080430

Y puntos suspensivos detrás

Y unas risas nerviosas e histéricas se escapan por debajo de la mesa, gritando como una llamada de socorro escondida en una felicidad grapada. Qué estupidez! Que lo que había detrás eran horas y horas de llantos ahogados en cojines gastados. Y se sabía, se respiraba en el ambiente como ese humo de tabaco que se queda en la habitación dejando un olor asqueroso durante días.

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