En realidad parecía una broma de mal gusto ( o de muy bueno) que después de un año, después de aquel día, justo 365 días trasncurridos, dijeras que sería mejor que fuéramos desconocidos. Hacía un año que nos habíamos visto, fugazmente, notando la extraña familiaridad que nos había unido hacía unos meses antes. La había vuelto a sentir, para que todo terminara ahí. Fin. Se acabó. Parecía imposible que te volviera a ver. Que no había dejado de pensar en ti de esa manera tan ideal y fantasiosa que nos caracteriza a las del sexo femenino. Pero no nos habíamos vuelto a ver. Aunque gracias al alcohol y a tu teléfono móvil tuvimos contacto, un contacto que me destrozó porque te reíste de mi de mala manera, jugando y divirtiéndote conmigo. Aunque más bien era sin mi. Pero ese era otro tema. Sería mejor que fuéramos desconocidos. Eso dijiste. Aunque me daba rabia saber que era imposible, aun me jodía más que supieras que por mi parte era algo que no podía ser, que no, es que no. Como si fuera tan fácil borrar algo del cerebro. Tirar ese trocito por el water, desecharlo de una forma tan fácil y simple. Entonces sí que podríamos habernos convertido en desconocidos. Pero no. Y yo esperaba respuesta. Esperaba algo, que me dijeras que lo que habías dicho era una tontería y que no querías eso.
Que mal se me da escribir así, no sé qué me está pasando pero todo me parece horrible, lo siento.
20080502
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